Cuentistas y Soñadores

jueves, 28 de abril de 2016

Apego

Cuando crees que necesitas a alguien en tu vida para ser feliz, esa creencia realmente es una manifestación del vacío que tienes y crees que necesitas que otro te llene, que otro  te complete, porque  tú no te eres suficiente. Es una identificación con la necesidad, con la escasez, con la carencia y eso es lo que produce el apego a ese otro.




Cuando abres tu corazón a alguien, porque crees que es la única persona que te hace sentir alguien aceptado, aprobado, querido, pleno, lo que estás pretendiendo es agarrarte y retener eso que momentáneamente  te da una sensación de placer, de plenitud. Y lo que ocurre es que  te haces prisionero del apego a esas sensaciones que produce el enamoramiento. Es como si fueras por la vida sin corazón, literalmente, porque se lo has dado al otro. Es por esto que el grado de dependencia a otra persona puede llegar a ser total, hasta el punto de dejar de existir tú como ser independiente, autónomo y libre.

Y eso no es amor. Puedes llamarlo así porque lo que entiendes por verdadero amor es disfuncional. El amor de verdad no puede ser causa de dolor, no depende de las circunstancias externas, no provoca celos ni crea ansiedad. No tiene expectativas, no se apega al resultado, se vive aquí y ahora y deja libre al otro para que pueda ser él mismo, liberándote  también a ti.

La libertad es la base de la mayor experiencia de plenitud. Sin ella, lo demás no existe. Es una mentira, es un error.

Nadie puede hacerte feliz. La sensación de bienestar que te pueda provocar la aceptación de los demás es pasajera. Se desgasta. Y provoca más vacío.
Debes mirar en tu interior, conocer  tus fortalezas y carencias. Trabajar en ti. Tú eres quien más debes amarte. Nadie puede amarte más de lo que tú te amas. El apego hacia otra persona la coloca ante ti como responsable de tu felicidad. Pero tu felicidad depende exclusivamente de ti. Nadie puede ser feliz por ti, ni puede amarte por ti. La responsabilidad de tu vida es exclusivamente tuya y no puedes delegarla en nadie más. Debes tomar conciencia plena de esto y asumirlo, como primer paso de responsabilidad contigo.

Si te has visto yendo de una relación a otra buscando a esa persona que te complete y te apegas a una unión con alguien esperando que llene  tu vacío, si este tipo de episodios se repiten en tu vida, significa que tienes que trabajar en tus creencias, en la imagen que tienes de ti, debes ahondar en tu interior y en el porqué de tu falta de amor hacia ti. Tu amor a ti nadie puede dártelo, nadie puede sustituirte en eso. Si buscas la pareja perfecta, tienes que ser consciente  que la relación perfecta es la que te enseña lo que necesitas aprender de ti para soltarlo.

Las relaciones que aparecen en tu vida dependen de tu grado de evolución. Cuando seas consciente de tus expectativas, de tus inseguridades, de tus carencias, y trabajes la aceptación y las repares, serás libre de los apegos que no te permiten vivir relaciones sanas.

Cuando te sueltas y desapegas, descubres que el amor y la paz están en tu interior y puedes dar más amor a los demás. Te das cuenta que ya no puedes reclamar fuera algo que sabes que tienes en ti. Entonces  el amor a los demás surge como algo natural y fluye hacia la felicidad.

Sé consciente de tu nivel de tu adicción a los apegos. Tú no eres tu adicción y puedes liberarte  ya mismo. Es tu decisión. Encuentra algo que sustituya a tu necesidad. Se consciente de que formas parte de un todo, de la naturaleza y establece conexión con ella, disfrutando de hacer cosas que te hagan sentir bien.


Ten siempre presente que el amor que buscas no se encuentra en el exterior, se encuentra dentro de ti. Tú eres ese amor.




JAC 2016

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